Wednesday, June 17, 2020

La Llegada Del Cristianismo

Sus comienzos, Edad Media   y su impacto en la filosofà ­a Al abordar este tema, pretendo hacer un pequeà ±o anà ¡lisis de la llegada del cristianismo, y de cà ³mo, este nuevo movimiento, afecto la vida filosà ³fica de la à ©poca. Tratando de vislumbrar, a mi parecer, cuales son los valores finales a los que arriba el cristianismo desde el punto de vista institucional. El Cristianismo nace en Palestina, geogrà ¡ficamente ubicada entre Asia y à frica. Los judà ­os eran un   pueblo monoteà ­sta, unidos a Yahvà © por una alianza, Antiguo â€Å"Testamento†, del cual surge su ley.   Su religià ³n (fuertemente entrelazada con el derecho) era una religià ³n dura, de un Dios omnipotente, cuyos designios eran inescrutables, aunque fuesen sangrientos, pues su principio bà ¡sico era el del talià ³n. Siendo un pueblo, muchas veces, victima de atropellos, crecià ³ en su seno la idea de la aparicià ³n de un Redentor. Este serà ­a el Mesà ­as, quien vendrà ­a a salvar a los judà ­os. Sin embargo, comienzan a provocar convulsià ³n social aquellos profetas que anuncian su arribo. A su llegada, Jesucristo declara que no viene a abolir la ley de los profetas, sino que su funcià ³n serà ¡ la de flexibilizar la ley Mosaica, la cual era dura e inflexible. Y plantea la divisià ³n del mundo en dos, la vida Terrenal y la vida Celestial, diciendo: â€Å"Dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios†. Frase suscitada a raà ­z de las acusaciones hechas contra à ©l de querer revelarse frente a el Cesar, proclamà ¡ndose Rey de los Judà ­os (â€Å"INRI† iniciales grabadas en la Cruz, a modo de burla, â€Å"Jesà ºs Nazareno rey de los Judà ­os), a lo que à ©l argumenta: â€Å"Mi reino no es de este mundo†. A su vez propone amar a los enemigos, poner la otra mejilla, entregar los bienes que son requeridos, etc. Asà ­ se plantea, en mi   opinià ³n, el predominio del valor amor y humanidad, ejemplificados en la idea del perdà ³n y   el amar incluso al enemi go. Para ese entonces, el Imperio Romano estaba en su mà ¡ximo esplendor, el Derecho Romano estaba prà ¡cticamente elaborado. Los Judà ­os tenà ­an un â€Å"modus vivendi† aceptable. Los grandes filà ³sofos griegos ya habà ­an elaborado su doctrina. Pero para el Cristianismo primitivo estos fenà ³menos no tienen relevancia, lo que genera nuevamente gran convulsià ³n social. En sus comienzos le interesa poco la reflexià ³n Filosà ³fica, y centra su interà ©s en la à ©tica. Se suscitan tensiones entre la Filosofà ­a y la Religià ³n, el Derecho y la cultura, principalmente entre el Concilio de Nicea (donde se proclama a Jesucristo como Dios-Hijo, el Dios de los Judà ­o deja de ser abstracto) y la muerte de Santo Tomas de Aquino en 1274. (v. Miguel à ngel Ciuro Caldani â€Å"Lecciones de Filosofà ­a del Derecho Privado†). Las tensiones tambià ©n se hicieron presentes dentro de los primeros cristianos. Es asà ­ como se contraponen las figuras de San Pedro (c.10 a.J.C. 64 d.J.C), quien asigna a la religià ³n una visià ³n mà ¡s judaizante, y San Pablo (m.c 67 d.J.C), quien sostuvo el carà ¡cter mà ¡s cosmopolita del cristianismo, partiendo de la fe. Con el desarrollo del Cristianismo, el mensaje dejado por el mesà ­as, a mi parecer, comienza a distorsionarse, incluso en boca de los apà ³stoles que deben comenzar la gran obra de la Iglesia. Podemos citar nuevamente a San Pablo y San Pedro; à ©l primero refiere: â€Å"Que todos se sometan a las autoridades que nos dirigen. Porque no hay autoridad que no venda de Dios†¦Ã¢â‚¬ , a su vez San Pedro (primer Papa) dice: â€Å"Por amor a Dios, someteos a toda autoridad humana†. (M.A.C.C â€Å"Lecciones Historia de la Filosofà ­a del Derecho†). Pues en mi humilde entender son dos frases que distan mucho de lo dicho por Jesà ºs al dar al Cesar lo que es del Cesar, Y a Dios lo que es de Dios. Pues Jesà ºs venia a preparar a los hombres para el mundo Celestial, dejando claro que su reino no es de este mundo, su reino no es Estatal. Es decir, que con la partida del mesà ­as comienza a subvertirse el valor poder por sobre los valores amor y humanidad que contenà ­a el mensaje inicial. El valor poder, gran protagonista de la historia de la humanidad, es el que provoca generalmente las tensiones entre los hombres y sus intereses. Por tal razà ³n los cristianos son victimas de persecuciones, al no querer rendir culto al emperador y este ver amenazada su autoridad por la creencia en alguien que no esta, ni es de este mundo. El fin de las persecuciones contra los cristianos comenzà ³ con un edicto del emperador Galerio (311) y con el â€Å"Edicto de Milà ¡n† promulgado en 313 por el emperador Constantino (c.270-337) y Licinio (c.260-324). Citando al Dr. M.A, Ciuro Caldani â€Å"El Cà ©sar y Jesà ºs, el Estado y la Iglesia, se habà ­an enfrentado y habà ­a triunfado Jesà ºs y su Iglesia†. Aun asà ­ se siguen provocando tensiones, ya que el helenismo no se extingue; es asà ­ como Flavio Claudio Juliano (c.331-363), emperador romano (361-363), sobrino de Constantito, intento restaurar la creencia en los dioses antiguos. Intento que luego de su muerte queda trunco. Los primeros intentos de combinar la Filosofà ­a con el pensamiento cristiano se dan con la Gnosis y la Patrà ­stica. Los gnà ³sticos intentan encuadrar el cristianismo dentro del Platonismo, creando seres para llenar el vacà ­o entre la divinidad y el mundo sensible A ellos se opone la patrà ­stica. Se considera a la Patrà ­stica desde su periodo de apogeo, que va desde el Concilio de Nicea hasta el siglo V. El Dr. Ciuro Caldani, expone que â€Å"la patrà ­stica no es una filosofà ­a sino un movimiento cultural importante para la historia de la filosofà ­a. Que responde a la necesidad de dar una formulacià ³n intelectual a la nueva fe† (Lecciones de la Historia de la Filosofà ­a del Derecho). La figura mà ¡s importante de este movimiento es San Agustà ­n (354-430), quien pertenece temporalmente a la Edad Antigua, pero teà ³ricamente a la Edad Media. El inicio de la Edad Media viene acompaà ±ado de la continuacià ³n de la patrà ­stica. San Agustà ­n, recurrià ³ al filà ³sofo mà ¡s crsitianizable: Platà ³n Asà ­ diferencià ³ el mundo de lo perfecto, que es la ciudad de Dios y el mundo de lo imperfecto que es la cuidad terrena, humana, donde se encuentra el Derecho.   Creo que esta idea se acerca a los dichos de Jesà ºs, siempre y cuando no se confundan en una sola institucià ³n la Iglesia y el Estado, de modo que la   Iglesia quede como la ciudad perfecta, salvando al hombre a travà ©s de sus sacramentos, como sucederà ­a posteriormente, asumiendo la potestad de la vida y la muerte. Los objetos que mà ¡s estudiaba San Agustà ­n son Dios, el alma y la felicidad eterna. La religiosidad parte de la fe. Subordina la Filosofà ­a a la Reli già ³n, pues considera que la primera es à ºtil si no se opone a la verdad revelada por la segunda. El verdadero filà ³sofo ama a dios. Luego de la caà ­da del Imperio Romano de occidente, se produce un retroceso de la cultura. De la crisis cultural surgen instituciones monà ¡sticas. La filosofà ­a se estudia como complemento de la Teologà ­a. Surge la Escolà ¡stica, llamada de tal manera porque se estudiaba en las â€Å"escuelas† en principios conventuales. Trataban de conciliar la fe y la razà ³n y la autoridad y la razà ³n. Tambià ©n comienzan a establecerse las à ³rdenes religiosas, como la de los franciscanos, fundada por San Francisco de Asà ­s. Estos rechazan las riquezas materiales en reaccià ³n ante la nueva realidad que significaba el comienzo de una economà ­a de tipo capitalista. Se inclinan desde el punto de vista filosà ³fico por las enseà ±anzas de San Agustà ­n y Platà ³n. Y la orden de los dominicos, fundada por Santo Domingo de G uzmà ¡n (1221-1170), que se origina con la tarea de combatir el error y la herejà ­a, no solo en la palabra, tambià ©n en la obra. No hay que olvidar que son à ©pocas de grandes tensiones sociales, en las que se persigue la herejà ­a. En el aà ±o 1184, con el Concilio de Verona, se dio nacimiento a la inquisicià ³n medieval. El Concilio de Letrà ¡n, aà ±o 1215, acordà ³ la designacià ³n de jueces pesquisidores (en Inglaterra, en contraposicià ³n, Juan sin tierra debe dar lugar a la Carta Magna) y el Concilio de Tolosa, en el aà ±o 1229, establecià ³ los inquisidores de la Fe, para la lucha contra la herejà ­a. Son tiempos difà ­ciles para una filosofà ­a arriesgada, pues se corre peligro de terminar en la hoguera. La Iglesia parece haber olvidado el mensaje de amor de su fundador, sembrando el terror a travà ©s de la persecucià ³n y de la tortura, principalmente para preservar el poder que ha conseguido. Nuevamente el valor poder se hace presente, en mi humild e opinià ³n, por encima del valor amor, humanidad e incluso el de santidad, que es el valor al que se pretende llegar en la Edad Media. Con San Buenaventura perteneciente a la orden franciscana y Santo Tomas de Aquino de la orden dominicana se produce la sà ­ntesis de los dos pensamientos teolà ³gicos y filosà ³ficos. San Buenaventura concibe la regià ³n en una intima comunià ³n del hombre con Dios, de fraternidad, que se manifiesta a quienes viven en la humildad y en el amor. Para à ©l el filosofà ³ no puede alcanzar la verdad en su plenitud sino apoyado por la luz de la fe. Hace prevalecer la fe y la voluntad por sobre la razà ³n. Las opiniones de base aristototà ©licas le causaban aversià ³n. Para Santo Tomas de Aquino el à ¡mbito entero de la filosofà ­a proviene exclusivamente de la razà ³n y, en cambio, la teologà ­a se basa en la revelacià ³n. A su parecer la ley es una ordenacià ³n de la razà ³n con vista al bien comà ºn promulgada por aquel que tiene el cuidado de la comunidad, la ley no procede da la voluntad sino de la razà ³n. La ley eterna, fuente de la cual derivan las demà ¡s, es la razà ³n de Dios. Para à ©l el poder radica   Ãƒ ºltima y mediatamente en Dios, pero prà ³xima e inmediatamente en la comunidad que lo confà ­a a los gobernantes. A mi entender, aunque revaloriza el Estado terrenal, todavà ­a no lo puede escindir de Dios o de la Iglesia como institucià ³n y asà ­ se busca la manera de conciliar a ambos para coexistir, siendo la Iglesia fundamental para la existencia del estado. De la misma manera se intenta encontrar la armonà ­a entre la teologà ­a y la filosofà ­a. Para el Dr. M.A. Ciuro Caldani, esta es la mayor sà ­ntesis, en la Edad Media, de razà ³n y fe, y de filosofà ­a y teologà ­a. Como se puede observar, en los primeros tiempos del cristianismo la Filosofà ­a es dejada de lado. Con el transcurso del tiempo y en bà ºsqueda de argumentos que sostengan el poder y prot agonismo de la Iglesia, se debe volver a la filosofà ­a. Lo cual no le resta merito. Como sucedià ³ con Aristà ³teles, que dentro de su teorà ­a encontraba fundamento a la esclavitud, y tal aceptacià ³n tenà ­a relacià ³n con el contexto histà ³rico que le tocaba vivir. Del mismo modo, para estos pensadores, el contexto histà ³rico era el de surgimiento y desarrollo del cristianismo y de una Iglesia que se habà ­a convertido en eje central de la vida medieval. Lo reprochable es como niegan la propia fundamentacià ³n del cristianismo, convirtiendo un mensaje de amor y flexibilizacià ³n en una de las mà ¡s espantosas persecuciones de la historia. El valor primordial de la Edad Media es la santidad. Pero como exprese anteriormente, en mi opinià ³n el valor poder, principalmente en la etapa de la inquisicià ³n, se subvierte al   valor santidad. La mayorà ­a de las teorà ­as subordinan el Estado a la Iglesia, la filosofà ­a a la teologà ­a. BIBLIOGRAFIA: MIGUEL à NGEL CIURO CALDANI; Lecciones de la Historia de la Filosofà ­a del Derecho. MIGUEL à NGEL CIURO CALDANI; Lecciones de Filosofà ­a del Derecho Privado. WARNER GOLDSCHMIDT; La Teorà ­a Trialista del Mundo Jurà ­dico y sus Horizontes.

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